Bibi Gutiérrez
09 de Enero de 2024, (17:20 hrs).-Sin lugar a duda, la peor época de la policía de Tijuana, es el periodo en el que Fernando Sánchez, se ha desempeñado como secretario de Seguridad Pública Municipal.
Un individuo que quiso navegar con bandera de inocencia, pero que en realidad resulto un personaje torvo e inmerso en la corrupción, desde el momento en el que fungió como titular de la Secretaría de Seguridad del Estado en el cierre del sexenio del entonces gobernador Francisco Vega.
Durante ese tiempo, al igual que en lo que va del actual encargo, la corrupción ha sido predominante y el crimen organizado se enraizó, seguramente con la complicidad de quien comanda a la policía de Tijuana.
A Fernando Sánchez, se le vincula con un hermano apodado “el cuchillo”, un personaje perseguido por autoridades federales en el país, así como declarado un fugitivo en Estados Unidos.
Durante los aproximadamente dos años que lleva al frente de la SSPM de Tijuana, Fernando Sánchez, permanentemente ha sido señalado por su indiferencia para que la institución a su cargo, cumpla con la prevención que le compete.
Ahora se sabe que cuando lo designo la alcaldesa Montserrat Caballero, lo hizo a sabiendas que le garantizaría ingresos millonarios provenientes de organizaciones dedicadas al narcotráfico, trata de personas, contrabando de migrantes y hasta de apuestas clandestinas.
Sin embargo, jugando a ser ingenua, la presidenta municipal de Tijuana, dijo a la ciudadanía que nombraba a Fernando Sánchez como titular de Seguridad Municipal, en agradecimiento de que fue su jefe cuando ella era elemento de Servicios Periciales en la ahora extinta Procuraduría General de Justicia del Estado.
Fue una absoluta mentira, desde un principio seguramente se acordaron situaciones al margen de la ley, para permitir lo que en la actualidad se convirtió, en un caos en materia de inseguridad.
Homicidios al estilo el narcotráfico, multiplicación de adicciones a lo largo y ancho de la frontera, muertes por sobredosis de heroína, cristal y fentanilo, mientras que un elevado porcentaje de policías municipales se dedican al robo y la extorsión.
Con plena seguridad, qué desde su escritorio en la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Fernando Sánchez, mueve sus tentáculos de corrupción, para ofrecer financiamiento a la errática alcaldesa, que, en su desmedida ambición y avaricia, se dedicó a promover su intención de reelegirse, a sabiendas que los tijuanenses la repudian.
