- Trump quiere eliminar la ciudadanía por nacimiento.
- Luchan por la protección de derechos constitucionales.
- El gobernador de California, Gavin Newson.
- Rob Bonta, firme opositor a las políticas migratorias negativas.
- impacta a miles de niños nacidos anualmente
- Los decretos.
Rafael Michel.
23 de enero de 2023. San Diego, California. Funcionarios del gobierno de California, Estados Unidos esperan instrucciones del gobernador Gavin Newson y del fiscal general del Estado, para frenar la orden ejecutiva que elimina el derecho a la ciudadanía por nacimiento y, so solamente eso, sino que pone en riesgo un sin número de programas sociales ya establecidos dónde se les ayuda para el buen desarrollo y crecimiento. Estre ellos, el Seguro Médico para los infantes.
El fiscal general de California desafía al presidente con una demanda histórica por la protección de derechos constitucionales, rezan los titulares de los medios masivos de comunicación de Estados Unidos.
En 2021, el gobernador de California, Gavin Newson, designó a Rob Bonta como fiscal general de California. Hoy, él emerge como un firme opositor a las políticas migratorias de Donald Trump. Su más reciente acción, una demanda histórica, busca frenar la orden ejecutiva que elimina el derecho a la ciudadanía por nacimiento, protegido por la 14a Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
La polémica medida presidencial, que impacta a miles de niños nacidos anualmente en territorio estadounidense, fue calificada por Bonta como “flagrantemente inconstitucional”. Este enfrentamiento suma una nueva contienda a las ya tensas relaciones entre California y la administración Trump.
El origen de este caso se remonta a 1898, cuando la Corte Suprema reconoció la ciudadanía de Wong Kim Ark, un hombre nacido en San Francisco de padres inmigrantes chinos. Este fallo histórico sustenta la demanda actual, que busca bloquear la implementación de la orden ejecutiva antes del 19 de febrero.
Si se aplica, la medida propuesta por Trump podría poner en peligro programas federales esenciales, como el Programa de Seguro Médico para Niños, además de generar costos administrativos exorbitantes para los estados. California, epicentro de esta disputa, corre el riesgo de perder fondos cruciales que financian estos servicios vitales.
“Estos menores quedarían vulnerables a la deportación y perderían acceso a beneficios federales, su número de Seguro Social, la posibilidad de trabajar legalmente al llegar a la adultez e incluso sus derechos cívicos, como votar, formar parte de jurados o postularse para cargos públicos”, explicó Bonta. Además del impacto en las familias, la orden ejecutiva tendría consecuencias directas para California y otros estados. La pérdida de fondos federales para programas esenciales dejaría a miles sin acceso a servicios esenciales. Paralelamente, los estados tendrían que realizar complejos y costosos ajustes administrativos en tiempo récord antes del 19 de febrero, lo que generaría una crisis operativa y financiera para los gobiernos locales.
“La medida no solo amenaza derechos individuales, sino que también pone en riesgo la estabilidad de los sistemas sociales y económicos que respaldan a miles de comunidades en todo el país”, advirtió el fiscal general de California.
La restricción del derecho a la ciudadanía es solo una de las políticas implementadas por Trump, quien promete imponer más controles y otorgar menos permisos a los migrantes en Estados Unidos.
La demanda liderada por Rob Bonta, con el respaldo de Gavin Newsom y otros aliados políticos, intenta mantener los derechos legales que tienen las personas nacidas en Estados Unidos. La próxima decisión judicial podría marcar un hito histórico, no solo para California, sino para toda la nación.
El caso de Rob Bonta tiene un componente profundamente personal. Nacido en Filipinas, llegó con pocos meses de vida a California y pasó su infancia en un remolque en el Valle Central. Sus padres eran activistas del sindicato de campesinos United Farm Workers y colaboradores de figuras como César Chávez.
Estos antecedentes llevaron a Gavin Newsom a nombrarlo fiscal general en 2021, con lo que apostó por un líder conectado con las luchas sociales del estado. Esa trayectoria explica su decisión de encabezar la demanda, respaldado por 18 fiscales generales de estados como Nueva Jersey, Massachusetts e Illinois. La acción busca frenar la orden que impacta en miles de niños, entre ellos 24.500 nacidos año a año en California
Los Decretos.
El lunes 20 de enero, en su toma de posesión el presidente Donald Trump dió a conocer algunos de los drecretos que firmo;
Trump dejó algunos anticipos en su mensaje del huracán de decretos que empezó a firmar por la tarde para comenzar una “completa restauración”, una “revolución de sentido común” para imprimir un franco cambio de rumbo en Estados Unidos. Minutos antes de la jura, su equipo de prensa ya había brindado a algunos medios los primeros detalles de las primeras medidas.
En su mensaje, Trump anunció también que volverá a implementar la política conocida como “Permanecer en México” y prohibirá que los inmigrantes arrestados sean liberados en el país mientras esperan la resolución de su causa judicial, una práctica conocida como “pescar y soltar”. Además, Trump adelantó que enviará tropas a la frontera para frenar la “desastrosa invasión”. Las detenciones, sin embargo, se han derrumbado desde que Biden cambió su política migratoria el año anterior. Trump además eliminó el uso de la aplicación “CPB One”, que le ha permitido a casi un millón de extranjeros conseguir un permiso de residencia legal para entrar en el país.
Trump también se refirió al principal flagelo que sufren millones de norteamericanos día a día: el azote de la inflación. El flamante mandatario dijo que la raíz del alza del costo de vida fue “un gasto excesivo”, y el aumento de los precios de la energía. Por eso, prometió liberar la extracción de petróleo.
“La crisis inflacionaria fue causada por un gasto excesivo masivo y por el aumento de los precios de la energía, y es por eso que hoy también declararé una emergencia energética nacional. Perforaremos, cariño, perforaremos”, dijo el mandatario. “Volveremos a ser una nación rica, y es ese oro líquido bajo nuestros pies el que ayudará a lograrlo con mis acciones”, adelantó.
Trump prometió terminar con la politización de la Justicia –un problema que para los demócratas es un invento trumpista para justificar su prontuario judicial–, y que el gobierno federal dejará de intentar introducir la raza, el género o “cada aspecto de la política pública o privada”. Su gobierno, dijo, impulsará una sociedad que no tenga en cuenta el color de la piel y que esté basada en el mérito. Y anunció que el gobierno federal solo reconocerá dos géneros: masculino y femenino.
Además, cargó muy duro contra la administración del Canal de Panamá en el país centroamericano. “Hemos sido tratados muy mal con este regalo tonto que nunca debió haberse hecho, y la promesa que nos hizo Panamá se ha roto. El propósito de nuestro acuerdo y el espíritu de nuestro tratado han sido totalmente violados”, dijo el presidente. “Los barcos estadounidenses están siendo severamente cargados con sobreprecios y no son tratados de manera justa en ningún sentido, y eso incluye a la Marina de los Estados Unidos. Y, sobre todo, China está operando el Canal de Panamá. Y no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar”, prometió.
Al final de su discurso, Trump matizó el tono oscuro y distópico y ofreció un par de frases bañadas de optimismo sobre el futuro. Aunque su regreso al poder ha sido recibido con pánico y esperanza, incluso fuera de las fronteras del país, Trump dijo que el país “volverá a ser respetado y admirado”. Y enmarcó su retorno al poder como un testimonio de que nada es imposible.
“Me presento ante ustedes como prueba de que nunca deben creer que algo es imposible de hacer en Estados Unidos. Lo imposible es lo que hacemos mejor”, dijo el presidente.
“No seremos conquistados, no seremos intimidados, no seremos quebrantados y no fracasaremos. A partir de este día, Estados Unidos será una nación libre, soberana e independiente. Nos mantendremos firmes, viviremos con orgullo, soñaremos con valentía y nada se interpondrá en nuestro camino, porque somos estadounidenses”, continuó ya cerrando su mensaje. “El futuro es nuestro, y nuestra edad de oro acaba de comenzar”, se despidió.
Luego de su discurso inaugural, Trump ofreció otro mensaje, sin guion ni teleprompter, en la Sala de Emancipación del centro de visitas del Capitolio donde se congregaron seguidores y otros invitados del mandatario que quedaron fuera de la Rotonda. Entre los asistentes notables se incluyen los multimillonarios de inteligencia artificial Sam Altman y Alexandr Wang, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, y el boxeador de artes marciales mixtas Conor McGregor. Trump asistió luego a un almuerzo con los legisladores, y por la tarde fue al Capital One Arena, donde lo esperó su público más fiel, alrededor de 20.000 personas que desafiaron el frío polar que detuvo a Washington, y se congregaron para ver a su líder de regreso en el poder. A un costado del escenario había un escritorio con el sello presidencial. Allí, Trump volvió a utilizar su firma para firmar la primera tanda de la pila de decretos con los que comenzó a cambiar el rumbo de la historia.
Tras su discurso en el rally del Capital One Arena, en Washington, el presidente Donald Trump firmó una nueva serie de órdenes ejecutivas, entre ellas una que pone fin a 78 decretos y memorandos del gobierno de Joe Biden.
Los temas de algunas de las órdenes ejecutivas son los siguientes: Decreto para retirar a EU del acuerdo de París sobre el clima. Decreto que pone fin al teletrabajo de los funcionarios federales y que pone fin a la contratación de nuevos empleados. Decreto para suspender la decisión de Biden de eliminar a Cuba del listado de países que patrocinan el terrorismo.