25 de febrero de 2025 (07:12 hrs).-(El Universal) Militares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) e integrantes de la Guardia Nacional llegaron sigilosamente a la sindicatura de Jesús María, una comunidad de poco más de cinco mil habitantes que forma parte del municipio de Culiacán, Sinaloa. Iban tras Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo. Eran cerca de las cuatro de la mañana del 5 de enero de 2023.
Fueron las ráfagas de ametralladora que disparó un helicóptero militar las que rasgaron la oscuridad y la tranquilidad con la que se dormía en el pueblo. En tierra, los miembros del Ejército entraron a la zona donde tenían detectado al objetivo y se encontraron con vehículos blindados y la respuesta de fuego por parte del grupo de seguridad de Los Menores, como también se apoda a Los Chapitos. La refriega había comenzado y no iba a parar, al menos en un par de horas, según refirieron pobladores a Óscar Loza Ochoa, entonces líder de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos, una organización no gubernamental de Sinaloa que llegó a la comunidad al día siguiente de lo sucedido.
Los cientos de balas que se dispararon esa madrugada no sólo impactaron en el domicilio donde se resguardaba Ovidio, también alcanzaron casas vecinas, como documentaron activistas los días siguientes al operativo.
Los cientos de balas que se dispararon esa madrugada no sólo impactaron en el domicilio donde se resguardaba Ovidio, también alcanzaron casas vecinas, como documentaron activistas los días siguientes al operativo.
Tras las primeras detonaciones en Jesús María, en distintos puntos de Culiacán comenzaron a reportarse narcobloqueos y balaceras: el Culiacanazo 2.0 estaba en pleno apogeo y duraría el resto del día.
El operativo dejó 10 bajas del lado militar, siete de ellos integrantes de grupo de las fuerzas especiales de reacción; del lado de La Chapiza murieron 19 personas. Y aunque entre los pobladores se asegura que pudieran ser muchos más, Loza Ochoa sólo logró confirmar el hallazgo de dos cadáveres más a los reportados por las autoridades locales: 21 en total.
Este ha sido el combate con el mayor número de decesos militares reportados por la Sedena en la lucha contra el narcotráfico durante los tres sexenios pasados, de diciembre de 2006 a septiembre de 2024, según la respuesta a una solicitud de información entregada a este equipo periodístico.