11 de julio de 2024 (17:46 hrs).-Es curioso: en un país marcado por la impunidad, en las mañaneras, ese lugar mágico donde se construye la narrativa política del país, hay una sección que se llama “Cero Impunidad”.
Presentan un par de casos de arrestos, acusan a un par de jueces de no haber hecho lo que la fiscalía quería —sin importar el desastre de las fiscalías o las faltas a la ley—, hacen algunas cuentas de decomisos y ya está: cero impunidad. Sí, es un poco de risa. Pero parece que funciona frente a parte del público.
Es otra manera de hacer lo que les encantaba hacer en tiempos de Felipe Calderón cuando cada arresto, cada detenido de alguna importancia era presentado con bombo y platillo, cámaras, decenas de agentes armados rodeándolo, frente a ellos una mesa con dólares, armas y drogas. ¡Miren! Estamos chambeando.
Ni ahora en las mañaneras ni antes en la presentación de detenidos se habla de lo que no sucede.
Va el resumen del informe más reciente de “Cero Impunidad”:
“En México de cada 100 delitos que se cometen, solo 6.4 se denuncian; de cada 100 delitos que se denuncian, solo 14 se resuelven. Esto quiere decir que la probabilidad de que un delito cometido sea resuelto en nuestro país es tan solo de 0.9%. De este tamaño es la impunidad en México. A estas cifras responde la baja confianza que reportan los ciudadanos hacia los ministerios públicos y procuradurías estatales: solo el 10.3% de las personas dice confiar mucho en estas instituciones”.
Cada vez que se da un evento de esos que hacen las primeras planas de los diarios o invaden las páginas de internet de los medios, el presidente López Obrador tiene la misma respuesta, “ya lo estamos viendo”, “son cosas entre un par de grupos”, pero sobre todo: “lo están magnificando para afectarnos”. Para terminar, él o su secretaria de Seguridad acomodan algunos números para decirnos que estamos avanzando, que vamos mejor. Siempre recordándonos que se reúnen todas las mañanas a las seis en punto.
Pues no, no estamos, eso queda claro. Las desmañanadas no sirven de mucho.
¿Qué va a hacer Claudia Sheinbaum frente a esta narrativa de “vamos bien”? ¿Qué va a hacer Omar García Harfuch? ¿Van a seguir diciendo que vamos bien, sin importar los datos? Claudia no es López Obrador construyendo narrativas y García Harfuch necesita un golpe de credibilidad hasta frente a los morenistas que lo miran con sospecha.
¿O van a seguir diciéndonos que cero impunidad?