14 de Diciembre de 2023, (8:50 hrs).-Harold Mauricio Poveda, mejor conocido como ‘El Conejo’, fue un capo colombiano que operaba bajo las órdenes de los Beltrán Leyva, quien fungió como el intermediario en la compra de cocaína a cárteles sudamericanos.
Fue a finales de 2008, cuando las autoridades de la Policía Federal montaron un operativo en una de las mansiones del colombiano mientras se realizaba una fiesta, misma que terminó por ser de los oficiales, quienes se adueñaron del domicilio, mientras que del objetivo no se supo nada, pues este huyó dejando solo el domicilio con sus invitados.
“Unos meses después, a finales del 2008, mientras se celebraba una fiesta en una mansión a las orillas de la Ciudad de México, llegaron decenas de agentes de la Policía Federal con el fin de detener a Harold Poveda, ‘Conejo’, el principal intermediario que tenían los Beltrán Leyva para la compra de cocaína en Colombia”, se lee en el libro de Diego Enrique Osorno.
Ante la ausencia de Poveda, los uniformados utilizaron la alberca y todas las comodidades con las que contaba la residencia, todo mientras torturaban a los presentes para que dieran información y a las mujeres las ultrajaron.
Al ver la casa sola, también se adueñaron de algunas joyas, dinero en efectivo, así como sus mascotas exóticas.
“El operativo no logró la captura del narcotraficante colombiano, pero los agentes a cargo decidieron aprovechar la alberca. La sala de cine, los jacuzzis y amplio jardín para gozarlos también ellos, torturando a algunos de los participantes y violando a varias de las mujeres que estaban ahí, además de robar dinero, joyas, hasta algunas de las mascotas de la casa”, escribió en su libro ‘Bienvenidos a Sinaloa’.
De acuerdo con Diego Enrique Osorno, los oficiales fueron enviados por Zambada García y Guzmán Loera, quienes recientemente habían incrementado los sobornos a las federales con el fin de hacer frente a la guerra iniciada con los Beltrán Leyva tras la captura de Alfredo, ‘El Mochomo’.
“La información y decisión de realizar esta decisión oficial, no había surgido de una oficina gubernamental, sino del cuartel de ‘El Mayo’ y de ‘El Chapo’, quienes habían incrementado los pagos a corporaciones federales con el fin de ganar la guerra que libraban en contra de la familia Beltrán Leyva, la cual había dejado Sinaloa para operar desde la Ciudad de México y el vecino estado de Morelos”, se lee en la obra de Diego Enrique Osorno.